Las vesículas almacenan, transportan o digieren productos y residuos celulares.
[1] Son una herramienta fundamental de la célula para la organización del metabolismo.
Se pueden encontrar en las células eucariotas de animales y vegetales.
Estas vesículas se originan por secreción de las cisternas membranosas del complejo de Golgi, están presentes únicamente en las células eucariotas y se diferencian como lisosomas (en animales) y vacuolas funcionales (en vegetales).
Las vesículas con alto contenido enzimático (fosfatasa ácida y otros complejos enzimáticos hidrosolubles) se encuentran empaquetados dentro de los lisosomas en sus 4 tipos (gránulo de reserva, heterofagosoma o vacuola digestiva, cuerpos residuales y el autofagosoma, citolisosoma o vacuola autofágica), las enzimas lisosómicas son sintetizadas por los ribosomas y empaquetadas y modificadas por las cisternas membranosas del complejo de Golgi.