[1] Los fosfolípidos en una solución acuosa forman la estructura esférica conocida como liposoma.
Fue así como los estudios de las vesículas liposomales se enfocaron en tres áreas: la biofísica, la biología celular y la medicina.
Ya para el año 2000 se habían registrado más de 200 patentes que protegían su formación, estructura, manufactura y uso.
Los mismos fosfolípidos que componen la membrana del liposoma también forman parte importante de la estructura de la membrana celular; y los lípidos que componen la sustancia intercelular, también contienen muchos fosfolípidos.
Los tejidos que son como la piel ayudan a prevenir alergias.
En algunas enfermedades infecciosas, inflamatorias y en el cáncer el sistema inmune puede ser estimulado para predecir y secretar anticuerpos, llevando los genes apropiados a las células apropiadas para reemplazar las proteínas mutadas o ausentes.
En vez de esto, forman bicapas lipídicas, las cuales para reducir la exposición a la solución se cierran formando estructuras esféricas de mayor tamaño que las micelas llamadas liposomas.
Al formarse, el liposoma captura en su interior parte del solvente en que se encuentra suspendido.