De igual forma, se considera hereditario ya que al tener influencia en el metabolismo y la genética, la cantidad de moléculas tiene que ver con la parte hereditaria.
[2] Sidney W. Fox descubrió que cuando se mezclan proteínicos con agua fría, estos se reorganizan y se auto-ensamblan en pequeñas gotitas a las que él denominó microesferas, que crecen mediante la absorción de proteinoides del medio hasta hacerse tan grandes e inestables que se rompen; de cualquier forma, los productos resultantes crean una nueva "hija" con constituyentes similares a la microesfera original.
Oparin propuso que los bloques de construcción simples con una complejidad creciente podrían organizarse localmente, o auto-ensamblarse, para formar protocélulas con propiedades vivas.
Sin embargo, recientemente, ha habido un interés creciente en los coacervados como protocélulas, lo que resuena con los hallazgos actuales de que las reacciones demasiado lentas o poco probables en soluciones acuosas pueden verse favorecidas significativamente en estos compartimentos sin membrana.
Se considera que estos 3 factores, en conjunto dieron lugar a los protobiontes entre lo puramente químico y el primer paso a lo biológico; los fosfolípidos, atraídos por los coacervados junto con las microesferas pudieron formar las primeras membranas celulares dando lugar a una selectividad tan concreta como la de las células actuales a pesar de no tener los mecanismos proteicos de regulación, que sin embargo, pudieron venir de las microesferas.