Al popularizarse la vaselina como medicina tradicional, formando parte habitualmente del botiquín de muchas familias, su uso se amplió como cosmético y para tratar dolencias como, hongos en las uñas de los pies, erupciones genitales (no ITS), hemorragias nasales, dermatitis por pañal y dermatitis por resfriado común.
Creyendo que la sustancia aceleraba la curación, los trabajadores usaban la gelatina en cortes y quemaduras.Robert Chesebrough era un joven químico aunque nacido en Londres, había crecido en Nueva York en Estados Unidos.
Después del suficiente refinamiento se convierte en una sustancia blanca, a veces amarillenta, inodora, espesa y resbaladiza.
La vaselina es hidrófoba, es decir, prácticamente no se disuelve en agua, y es menos densa que esta (0,9 g/cm³).
[7] Puede existir un riesgo de contaminación por hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), sustancias químicas cancerígenas que se encuentran en el petróleo y sus derivados.
Los estudios sugieren que la exposición a los HAPs -incluido el contacto con la piel durante largos períodos de tiempo- está asociada con el cáncer.
[8] La vaselina es segura y efectiva cuando se purifica adecuadamente sin embargo, aunque ningún estudio ha demostrado nunca una relación directa entre el petrolatum y el cáncer, la Unión Europea ha incluido numerosos grados de petrolatum en una lista de sustancias potencialmente peligrosas.