En el siglo XIX se menciona cómo buena parte del término está «poblado de pinos maderables, robles, encinas y otros arbustos».
A mediados del siglo XIX, el lugar contaba con una población censada de 330 habitantes.
En cualquier caso, pese a la situación de despoblación del municipio, en épocas estivales o en Semana Santa multiplica su población debido a las personas que poseen casas como segunda residencia, así como los turistas que se alojan en las diversas casas rurales que se encuentran en el municipio, pudiendo llegar a superar las 400 o 500 personas.
Entre las rapaces pueden avistarse águilas, buitres, alimoches, halcones, cernícalos, autillos y búhos reales.
Abundan otras aves de menor porte como cuervos, urracas, picapinos y abubillas.
En zonas húmedas pueden encontrarse anfibios como la ranita de San Antonio y el sapillo pintojo.
En la calle de Belén se encuentra la iglesia parroquial, cuya fábrica contiene obras desde el siglo XIV hasta el XVI.
Tras el pasacalle se celebra una fervorosa procesión encabezada por la imagen de la patrona, seguida por los tres cargos y después por todos los vecinos del municipio congregados.
Los actos religiosos concluyen con la misa celebrada en el templo de la villa, durante la cual, los tres festeros permanecen en la puerta simulando una custodia pasada.
Los últimos en entrar son los tres festeros y las autoridades del municipio acompañados por la banda de música.
Este acto tiene un gran interés cultural, incluso se retransmite cada año en la televisión autonómica manchega.
Primero el bastón, luego el pincho, después el que porta la bandera y, por último, a las autoridades políticas de la villa.
Tras un pasacalle entran en la plaza llamada del Coso, donde están reunidos todos los vecinos, por un estrecho callejón.
También se puede pronunciar la frase “Viva la Virgen de Belén”, con esto indica el cargo que desea ser festero, otra vez, al año siguiente.
Después, los tres cargos entrantes, que serán los que conviden a los vecinos al año siguiente, seguidos de todos los vecinos, se dirigen a la entrada del pueblo para ver la tradicional carrera pedestre, la llamada joya.
Esta carrera parte del paraje conocido como el Villarejo donde, según se ha transmitido oralmente, la Virgen de Belén se apareció a unos pastores, ya que, al parecer, desde allí la imagen de la villa tenía cierto parecido a Belén.
El día 16 de agosto se celebra una Misa especial en honor a San Roque, patrón del pueblo.