[2] Una segunda versión surgió en 1922, cuando el gobierno chileno encargó la escultura a Rebeca Matte como obsequio a Brasil con motivo de las celebraciones del Centenario.
[1] La buena recepción de la escultura llevó a Felipe Íñiguez, viudo de Rebeca Matte —quien falleció en 1929—, a encargar una réplica para homenajear el legado de la artista en Chile.
[1][4] En los años 1970 la estatua llegó al Museo Aeronáutico, ubicado en el Pabellón París de la Quinta Normal, donde estuvo hasta 1980.
Ese año, el alcalde de Santiago Patricio Guzmán solicitó su devolución al frente del Museo de Bellas Artes.
Fue restaurada por el taller Montes Becker, con trabajos que incluyeron la restitución del pie destruido, una parte de las alas y el reforzamiento de la estructura interna.