Dichas palabras proféticas se cumplirían casi exactamente al año después.
Al día siguiente apoyó con su artillería antiaérea en la captura de las islas Palau.
El USS Johnston era el destructor más próximo a la fuerza enemiga (15 km), y sin dudarlo el capitán de corbeta Evans avanzó para flanquear la línea de buques japoneses; le imitaron sucesivamente el destructor USS Hoel, el Samuel B. Roberts y el Hermann, el cual fue el último en avanzar.
El USS Johnston fue el primer buque en desafiar la línea de Kurita, el acorazado Yamato comenzó un cañoneo a distancia junto con Nagato y el Haruna.
El USS Johnston tendió una cortina de humo para cubrir la primera línea de portaaviones, los cruceros japoneses se acercaban a toda velocidad para rematar a los enemigos que resultaran dañados del cañoneo de los acorazados y por unos 15 minutos no dieron importancia al destructor americano que se acercaba.
El crucero pesado japonés Kumano fue el primero que se puso al alcance del USS Johnston quien abrió fuego preciso sobre el crucero japonés, disparando al menos 200 rondas de proyectiles provocándole daños considerables, a continuación Evans ordenó ataque de torpedos mientras tendía una cortina de humo sobre sí mismo.
Aún a flote y con un único cañón disponible, Evans ordenó cañonear a un crucero japonés que disparaba al USS Gambier Bay (CVE-73) logrando acertar al enemigo.
Y en la proa, se logró ver el número 557, identificándolo positivamente como el USS Johnston.