Categóricamente impresionantes por donde se los viera, eran el orgullo de la Armada Imperial Japonesa.
En colaboración con técnicos alemanes se instalaron a bordo catapultas sobre la torreta número tres, para aviones de exploración.
Durante 1934, los clase Nagato y otras clases fueron modernizados añadiéndoles mayor potencia de fuego secundario, así como ensanchamientos en el casco para dar una mayor estabilidad; el perfil del buque resultó muy alterado respecto al que tenía originalmente.
Yamamoto ordena avanzar y atacar la isla de Midway ante los reveses sufridos pero posteriormente la orden es revocada y se limita a asistir a los supervivientes del portaaviones Kaga.
Ese mismo mes, el acorazado es equipado con radares del tipo 22 y su artillería antiaérea es incrementada.
Es atacado sucesivamente por aviones enemigos donde resulta levemente dañado por bombas y un torpedo.
En 1945 permanece en Yokosuka, donde es sometido a reparaciones y luego sirve como acorazado de defensa costera.
Asistido por americanos y japoneses es llevado por sus propios medios al atolón de Bikini donde es usado como barco objetivo para pruebas atómicas en julio de 1946 (Operación Crossroads) a las que sobrevive, pero días después daños internos no detectados lo hacen zozobrar.