Fue el único portaaviones estadounidense hundido por disparos de superficie enemigos durante la Segunda Guerra Mundial (y uno de los dos de esa manera en ese conflicto, el otro fue el HMS Glorious) y el único buque enemigo que hundió el acorazado japonés Yamato en toda su vida operativa.
Cuatro meses después, volvió a salir de Pearl Harbor con rumbo a Saipán transportando tropas, camiones, lanchas de desembarco y municiones.
Pronto el Gambier Bay llevaba sus Avengers, Wildcats, Hellcats y Helldivers contra la Flota Central; sin embargo sus aviones estaban armados únicamente con munición de ametralladora, cargas de profundidad y granadas antipersona, armas que eran inútiles contra la flota de Kurita.
A las 9:06, una explosión causada por la acumulación del gas de combustible en los hangares abrió un boquete de 68 metros en el casco del Gambier Bay y un minuto después el barco se había hundido.
De los 854 tripulantes que había a bordo, 72 murieron y los demás fueron rescatados por destructores estadounidenses.