Tres estudios para figuras en la base de una crucifixión

Tres estudios para figuras en la base de una crucifixión (cuyo nombre original es Three Studies for Figures at the Base of a Crucifixion) es un tríptico pintado por el artista británico Francis Bacon hacia 1944.

[1]​ El tríptico de los Tres estudios está considerado por su autor y por los especialistas como la primera obra madura del artista,[2]​ Antes de haber realizado esta pintura, Bacon consideraba sus demás obras prácticamente como irrelevantes y evitaba exhibir sus trabajos en círculos artísticos.

[7]​ Dicha percepción fue remarcada por Hugh Davies, quien escribió sobre las pinturas de Bacon hechas en 1933 que «sugieren que el artista tiende a enfocarse más en un cariz formal en vez de cuidar la expresividad».

Aun así, creo que la bebida me ayudó ser un poco más libre».

Un cuarto trasero, se había convertido en un salón de billar por quien fue su anterior propietario, el artista John Everett Millais.

[13]​ Cada recuadro muestra a una figura sólida contrapuesta sobre un fondo de color anaranjado.

[6]​ La piel pálida de las figuras se logró con la sobreposición de tonos grises y blancos con pinceladas uniformes, mientras que los estantes que soportan a las figuras varían entre tonos amarillos, verdes, blancos y morados.

[14]​ Sentada en una especie de mesa, la criatura sin miembros tiene un cuello alargado, unos hombros muy redondeados y un copete con cabello negro.

[6]​ Al igual que las otras dos imágenes, la figura está entintada con varias capas de gris y blanco.

Ubicado en un área aislada en donde solo se observa hierba, la figura de la derecha tiene abierta su dentada boca como si estuviera gritando, pero no queda claro si es de dolor o placer.

Esta sección tiene una notoria similitud con otra pintura de Bacon, Sin título (1943),[18]​ la cual se pensó que había sido destruida, mas fue recuperada en 1997.

[6]​ Un análisis con infrarrojo reveló que los paneles habían sido alterados en numerosas ocasiones mientras el artista trabajaba en ellos.

A pesar de que los tres comparten la misma tonalidad naranja, Bacon ya había utilizado el mismo color en dos piezas anteriores; más aún, gran parte su oevre —es decir, «obra, trabajo, proyecto»— está marcada por períodos en donde utilizaba como fondo un único color en diversas pinturas.

[16]​ La crucifixión en sí misma está ausente en la pintura y no hay residuos ni sobras que refuten su presencia en alguno de los paneles.

[30]​ Aun así, Bacon no deseo ilustrar el pasaje narrativo de esa historia.

Los surrealistas explotaron su valor pictórico y trascendental, aunque por lo general era usado como una expresión de blasfemia en ciertos casos.

[41]​ Para los Tres estudios, Bacon no deseó aproximarse a la visión cristiana de la crucifixión per se, sino más bien esta refleja una perspectiva particular que tenía sobre la humanidad.

[...] De hecho, no puedes pensar en nada más bárbaro que la crucifixión en sí y en esa manera tan particular sobre cómo matar a alguien».

[44]​ Bacon llegó a considerar la escena como un esqueleto para explorar nuevas formas de representación sobre el comportamiento y las emociones humanas.

[31]​ Puesto que fue hecho en 1944, el tríptico probablemente hizo eco durante la Segunda Guerra Mundial.

[48]​ En una reseña para el New Statesman and Nation, Raymond Mortimer escribió que el tríptico «parece estar basado en la crucifixión de Picasso (1930), pero más distorsionada, pues parecen cuellos de avestruz rematados con unas cabezas protuberantes que salen de una bolsa—el efecto total da una sensación melancólicamente fálica, algo como un Bosch pero sin humor.

No tengo duda sobre los dones poco comunes del sr. Bacon, pero estas pinturas resaltan su desmesurado sentimiento respecto al mundo en el que hemos sobrevivido hasta ahora y parecen [para mí] más bien símbolos de rabia que una obra de arte.

Es una de las mejores pinturas sobre la crucifixión, donde el cuerpo esta plagado de espinas parecidas a clavos, pero la estrafalaria manera en que está representada te hace pensar en otra cosa que en el terror.

Pero esa es la manera en que el terror es tán reviltalizante; ¿no trata acaso sobre cómo las personas logran salir de las tragedias importantes?

[50]​ Matthew Kieran escribió en un ensayo sobre la pintura redactado en 2005, que «esas horripilantes, ciegas e iracundas figuras son divergentes en cuanto a su impacto, pues inundan a uno de miedo, angustia, pánico y desolación.

Con unas medidas de 78 × 58 pulgadas (198 × 147 cm), esta segunda versión era dos veces más alargada que la original, y el fondo anaranjado había sido remplazado por un tono más rojizo y de color sangriento.

Las figuras al pie de La crucifixión de Grünewald fueron una de las principales fuentes de inspiración para Tres estudios de Bacon. [ 31 ]