Actualmente la esclerosis múltiple no tiene cura, pero existen varios medicamentos que pueden retrasar su progresión y aliviar los síntomas.Los ataques suelen tratarse con cortisona intravenosa, que en un corto periodo de tiempo elimina la inflamación.Ya que la cortisona se absorbe con facilidad en el tracto digestivo, se puede alargar el tratamiento en forma de pastillas a lo largo de hasta tres semanas, disminuyendo las dosis progresivamente.Algunos interferones se han mostrado eficaces, no solo en la EM con recaídas y remisiones, sino también en la forma progresiva secundaria.El interferón beta es una citocina que bajo condiciones normales es producida por el cuerpo durante infecciones virales.Efectos benéficos en el tratamiento de la forma progresiva secundaria no han sido demostrados suficientemente.También se ha descrito un temporal efecto secundario tras la inyección: enrojecimiento de la piel, presión en el pecho, palpitaciones, disnea y ansiedad.Sin embargo, su efectividad no ha sido demostrada tan claramente como la del interferón o el acetato de glatiramer.Sin embargo el riesgo de dañar el músculo del corazón aumenta con el tiempo, por lo que el tratamiento sólo se puede administrar 2 a 3 años.Sin embargo, este compuesto nunca ha producido este efecto solo (usado como monoterapia) sino en combinación con otras medicaciones inmunosupresoras, por lo que la FDA americana y la EMEA - agencia europea de medicamentos - han reconsiderado su prohibición y han aprobado su comercialización en 2006.Si la discapacidad evoluciona se introducen progresivamente ayudas técnicas o adaptaciones para las actividades de la vida diaria.