Está causada por una estenosis (estrechamiento) de las venas que drenan la médula y el cerebro.La sangre tarda más en retornar al corazón, y puede refluir de vuelta hacia el cerebro, o puede causar edemas y filtraciones de glóbulos rojos en los delicados tejidos del sistema nervioso central.El plasma y el hierro procedentes de la sangre depositados en los tejidos cerebrales son también muy dañinos.[1] El método habitual Doppler debe ser adaptado para detectar los reflujos esperados en CCSVI[2] Las únicas consecuencias documentadas sin lugar a dudas son hipoxia en los tejidos, perfusión retardada y depósitos de hierro en los vasos sanguíneos, con efectos finales desconocidos para la salud de los pacientes.No obstante, actualmente las evidencias demuestran que se trata de una hipótesis equivocada.