La angioplastia, angioplastia con globo o angioplastia transluminal percutánea (ATP) es un procedimiento endovascular que consiste en dilatar una arteria o vena estenótica (estrecha) u ocluida con el fin de restaurar el flujo sanguíneo obstruido, típicamente para tratar lesiones arterioscleróticas, si bien puede haber otras múltiples causas.
Ellos acuñaron la palabra «angioplastia» (del griego angio: ‘vaso sanguíneo’, y plastia: ‘reparación’).
No fue hasta 1994, con la aparición del stent montado sobre globo, que se generalizó su uso.
[3] El stent es una prótesis metálica intravascular que, además de incrementar la fuerza radial del globo, proporciona un soporte mecánico que impide el prolapso de la placa hacia la luz del vaso y fija el endotelio vascular, que queda generalmente disecado tras la angioplastia.
[5] En la actualidad, la angioplastia es una de las operaciones más comunes, y no requiere gran intervención ni permanecer un período postoperatorio en el hospital.