Tratado de París (1259)

Luis retira su apoyo a los rebeldes ingleses y cede a Enrique los obispados de Limoges, Cahors y Périgueux.La posesión del Agenais estará sujeta al pago de una renta anual.[6]​ Otra manera de enumerar las posesiones es,[7]​ para Inglaterra: el Limousin, el Périgord, la Guyenne, el Quercy, el Agenais y la Saintonge al sur del río Charente; y para Francia Normandía y los países del Loira (Touraine, Anjou, Poitou y el Condado de Maine).A pesar del equilibrio entre las dos coronas, la pérdida de posesiones continentales de la monarquía inglesa (reconocimiento del resultado militar de las batallas de Saintes y Taillebourg, 1242), y la confirmación de la condición de vasallaje para los restantes, determinan que la potencia dominante sea la monarquía francesa, que queda confirmada como la más poderosa de la cristiandad latina.[8]​ Las dudas sobre la aplicación del tratado[9]​ generaron conflictos que están entre las causas indirectas de la Guerra de los Cien Años (1337-1453).
Conquistas de Felipe Augusto entre 1180 y 1223. En azul, dominio real del rey de Francia; en verde feudos de la corona; en rojo feudos del rey de Inglaterra; en amarillo señoríos eclesiásticos.
Ceremonia de homenaje en el que un rey de Inglaterra se reconoce vasallo del rey de Francia en sus feudos continentales. En este caso los reyes son Eduardo I de Inglaterra y Felipe IV de Francia (5 de junio de 1286).