Tratado McLane-Ocampo

Para México, fue visto como una traición al país al ceder la soberanía a Estados Unidos, que ya había derrotado a México y anexado vastas extensiones de su territorio en la guerra entre México y Estados Unidos una década antes, pero prometía al gobierno liberal, que se encontraba en apuros económicos, los medios para continuar la guerra contra los conservadores.

[2]​ Finalmente, el Senado de los Estados Unidos rechazó la ratificación del tratado en 1860.

Aunque el tratado McLane-Ocampo no fue ratificado ni por el Senado estadounidense sirvió para que se reconociera al gobierno de Juárez y consecuentemente derrotar a los conservadores en México.

[9]​ A pesar de que el presidente estadounidense James Buchanan favorecía fuertemente el arreglo y el presidente mexicano Benito Juárez necesitaba con urgencia el dinero para financiar la guerra que libraba contra el Partido Conservador, el acuerdo nunca fue ratificado por el Senado de Estados Unidos, pues fue firmado por el gobierno mexicano en 1859 en Veracruz.

Que las nuevas generaciones consulten el Diccionario de la Lengua, cotejen la definición de alucinado con la de traidor, y resuelvan cuál es la que conviene al caso...[12]​ Fernando Iglesias Calderón calificó la firma del tratado como "imprudente y desacertada", pero que sus estipulaciones "en modo alguno, pueden constituir una traición a la patria”.

Según Iglesias Calderón, aunque de haberse ratificado sus consecuencias hubiesen sido muy lesivas para el país, de acuerdo con las leyes nacionales y el derecho internacional, el tratado no constituye traición a la patria, porque no pone en riesgo la soberanía ni la independencia nacionales ni cede palmo ninguno de territorio a otra soberanía: se limita (que no es poco, pero es otra cosa) a dar derecho de paso.

[13]​ "Hay que tomar en cuenta que el tratado se firmó el 14 de diciembre y el ataque por mar y tierra a Veracruz se dio el 6 de marzo siguiente.

Melchor Ocampo.
Robert Milligan McLane.