Como resultado, el Reino Unido y Francia llevaron a cabo un bloqueo al Río de la Plata.A su regreso la flota nuevamente enfrentó una feroz resistencia con varios buques mercantes hundidos por fuego de cañón.Argentina tenía una deuda sustancial con Baring Brothers y suspensión de pagos debido a las preocupaciones financieras que había causado el bloqueo.A su vez, el periódico The Times había publicado una alegación de que Ouseley tenía intereses financieros personales en el bloqueo, provocando un escándalo político.Las noticias de los combates entre argentinos y los anglo-franceses en el río Paraná llegaron a Europa en 1846.En una discusión en la Cámara de los Lores, declaró lord Palmerston:[7] El gobierno británico ordenó a su escuadra abandonar el Paraná, medida que fue imitada por el gabinete francés.[7] La revolución que llevó a la Segunda República en Francia separó nítidamente los intereses internacionales de ese país y el Reino Unido.La pretensión de Londres de que esta revolución haría más prudente y menos ambiciosa a Francia resultó completamente defraudada, ya que las nuevas autoridades intentaron mostrar un intenso interés en las conquistas en Asia y en África.En diciembre, tras cursar una nota por demás halagadora para el gobernador, ofreciendo tratar todo el conflicto sobre las bases Hood, logró finalmente ser recibido por Rosas en carácter de agente diplomático.La negociación fue muy larga, más que nada por la tendencia del gobernador a detenerse en detalles nimios.Por el mismo, se reconocía a la Confederación Argentina la plena soberanía sobre sus ríos interiores, incluido el río Uruguay en común con la República Oriental.Escritores británicos sostienen que el Tratado Arana-Southern de 1849 resolvió todas las disputas entre el Reino Unido y la Argentina, incluidas las Malvinas, porque Argentina no formuló reserva expresa de sus derechos sobre las islas en el mencionado Tratado y que, por lo tanto, abandonó su reclamo.Esto significa que el Gobierno Británico no tenía ningún otro asunto separado o interesado en vista ajeno al bloqueo británico del Río de la Plata y, por tal motivo, el Gobierno de Gran Bretaña no abordó el caso Malvinas en el Tratado.[14] Asimismo, Henry Wheaton dice: “El tratado de paz no extingue pretensiones fundadas en deudas contraídas o lesiones infligidas previamente a la guerra, y sin relación con sus causas, a menos que haya una estipulación expresa con ese efecto”.En ese mismo mensaje, Rosas hace explícita la continuidad del reclamo por Malvinas y ratifica las protestas formuladas por Manuel Moreno, el embajador argentino en Londres.