La trampa de la renta media (TRM), también conocida como trampa del ingreso medio (en inglés: middle-income trap) es una situación tanto teórica como empírica sobre desarrollo económico que postula que un país que alcanza un cierto nivel de ingresos gracias a las ventajas adquiridas por su situación previa se queda estancado en un nivel de renta media.[2] Según esta idea, un país que ha caído en la trampa del ingreso medio es aquel que ha perdido su ventaja competitiva en la exportación de productos manufacturados debido al aumento de los salarios aparejado al desarrollo económico vivido.Sin embargo, al mismo tiempo no tiene la capacidad para equiparase con las economías más desarrolladas en el mercado de alto valor agregado.Como resultado, economías recientemente industrializadas, como Sudáfrica y Brasil, llevan décadas estancadas en el rango de ingresos medios que fija el Banco Mundial.También es importante aumentar la demanda interna, pues la clase media en expansión puede usar su creciente poder adquisitivo para la compra de productos innovadores o de alta calidad que acerque el crecimiento real al crecimiento potencial del país.[5] El término tiene su origen en los trabajos de Idermit Gill y Homi Kharas para el Banco Mundial en 2007.En primer lugar se encuentra el método Atlas del Banco Mundial,[8] mientras que otros estudios de referencia toman las series históricas del Maddison Project, que utiliza el PIB per cápita en dólares de 1990 en PPA.[9] Como se puede apreciar, tanto los distintos cálculos como los estudios que toman como referencia esos cálculos, utilizan metodologías y franjas de ingresos que pueden variar sustancialmente o entrar en contradicción entre ellas.[12] Para otros especialistas, los intervalos de ingresos utilizados en los diversos estudios para definir qué es un país de ingresos medios, por ejemplo los del Banco Mundial utilizados como referencia habitual, abarcan franjas excesivamente amplias.Algunos estudios critican también las políticas liberales posteriores, que antepusieron las penalizaciones pero no añadieron incentivos, especialmente en el caso de América Latina, mientras que los países asiáticos instauraron un sistema de incentivos selectivos con penalizaciones crecientes según se exponían progresivamente a los mercados internacionales.Por el contrario, los países de América Latina y Oriente Próximo no tomaron las medidas oportunas, sumiéndose en la trampa.[7] Para Bresser-Pereira, Araújo y Costa Peres (2020) las causas presentadas habitualmente por otros estudiosos son «genéricas» y «no pueden ser la causa real del fenómeno, sino que se deben analizar nuevos elementos tanto endógenos como exógenos».