Mal holandés

Estos autores dividen una economía que experimenta un período de crecimiento en tres sectores: dos exportadores —uno en auge y otro no— que conforman los sectores de bienes comerciados; y un tercer sector de bienes no comerciados orientado básicamente al suministro a residentes nacionales que puede abarcar el comercio minorista, los servicios y la construcción.Si estas se destinan en su totalidad a la importación, no habrá efecto directo alguno en la masa monetaria del país ni en la demanda de bienes nacionales.Estas dos transferencias provocarán a su vez la reducción de producción del sector exportador tradicional.También se presentaron en países como Colombia, que con el aumento del café en la década de 1980, perjudicó a los demás sectores.En algunos países este comportamiento pudiera resultar políticamente difícil debido a las frecuentes presiones a gastar en forma inmediata tales divisas para abatir la pobreza, pero esto no considera las más amplias implicaciones macro-económicas.Incrementando el ahorro, el país puede reducir su necesidad de endeudarse para financiar el déficit público y las inversiones foráneas.
La apreciación del florín neerlandés (billete de 5ƒ) en comparación con el marco alemán . La explosiva valorización del florín producto de la explotación petrolera desde fines de los años 1960 generó un daño al resto de las exportaciones del país.