La magnitud de la explosión fue tal que el fogonazo pudo verse desde el acuartelamiento militar español ubicado en Monte Hacho (Ceuta).
Muchos de estos accidentes provocaron enormes pérdidas materiales y humanas.
[8] En un primer momento, las personas del lugar corrieron hacia el cercano muelle creyendo que había volado el guardacostas Finisterre, atracado con un cargamento de pólvora, pero se comprobó que estaba intacto.
El entonces capitán de corbeta Pascual Pery Junquera, junto a un reducido grupo de marineros, consiguió extinguir ese incendio empleando para ello los propios escombros y la tierra en que se habían convertido las instalaciones militares.
La versión oficial cuenta que las minas almacenadas en el polvorín no estaban en buenas condiciones de conservación y, a consecuencia del calor, se produjo la primera explosión; también corrió el rumor de que fue un atentado contra la dictadura franquista presente en España en aquella época.
Pero ni siquiera las investigaciones más recientes han podido clarificar las verdaderas causas.
Es un hecho que permanece muy vivo aún hoy en el recuerdo de muchos gaditanos.
La versión de los distintos gaditanos entrevistados tras el suceso no coincide con dicha estimación, declarando que el número de víctimas, tanto mortales como heridas, fue mucho mayor que la cifra oficial.
Diversas infraestructuras quedaron muy maltrechas, interrumpiéndose todos los suministros básicos y las comunicaciones a excepción del tráfico por carretera hacia el exterior de la ciudad.