Diseñado por Marcello Piacentini y completado en 1932, con sus 57.25 m de altura fue el primer rascacielos construido en Italia.
Desarrollado a lo largo de los siglos a espaldas de las principales plazas de Brescia (la Piazza della Loggia al norte, la Piazza del Duomo al este y la Piazza del Mercato al suroeste), se caracterizaba por sus estrechos y tortuosos callejones bordeados por altos edificios, en su mayoría en mal estado.
Para acentuar la modernidad de su proyecto, Piacentini decidió realizar un edificio innovador, que no tuviera igual en Italia.
[13] En la primera versión del proyecto el Torrione tenía una altura de 51 m y doce plantas.
La dirección de las obras fue confiada al ingeniero Gino Cipriani y para su ejecución se constituyó un consorcio de empresas locales (la Società Anonima Bresciana Imprese Consorziate),[2] compuesto por las empresas Pisa,[8] Baiguera, Cis y Paroletti.
[16] También se realizó un noticiero del Instituto Luce para inmortalizar la ceremonia de inauguración.
[7] Las dos últimas plantas ocupan una menor superficie, ya que las fachadas norte, sur y oeste están retranqueadas respecto al perímetro de la torre.
En la cima del Torrione se colocó un ingenioso mecanismo eléctrico que permitía iluminar la Piazza della Vittoria desde arriba, imitando la luz solar y evitando el uso de farolas.
[19] Todo el edificio está revestido con ladrillo caravista, excepto el pórtico sobre columnas de granito del Garda[7] y la parte baja del edificio, revestida en piedra cornabò[18] y granito.
[18] Otro bajorrelieve de terracota, realizado por el escultor Arturo Martini y que representaba la Anunciación, estaba colocado originalmente en los soportales debajo del Torrione.
[1] La estructura portante del Torrione, proyectada por Luigi Compagna con el asesoramiento de Gino Cipriani, Arturo Danusso del Politécnico de Milán, Alberto Magrini y Luigi Giove,[2][6] fue estudiada cuidadosamente para que resistiera a la presión ejercida por el viento.
Rápidamente, varias ciudades italianas decidieron imitar a Brescia y dotarse de una «torre».