Torca del Carlista

Está ocupada por un enorme caos de grandes bloques que dan continuidad a la cavidad que se desliza en varias salas hasta la cota más baja donde se halla el sifón terminal, y en un lateral hay una otra sala espaciosa.[8]​ La cavidad fue localizada en 1957 por el Grupo Espeleológico Vizcaíno (GEV), informados por habitantes de la zona.Tras unos primeros momentos de nerviosismo (llegó a sacar el cuchillo con intenciones defensivas), logró dominarse y realizar una somera exploración de 45 minutos alrededor del punto a donde había llegado.La insólita profundidad alcanzada y las dimensiones de la sala (cuyos límites Arana no había podido divisar, dado su enorme tamaño) llamaron inmediatamente la atención del mundo espeleológico.Con el apoyo logístico del Sindicato Español Universitario (SEU, al que pertenecía orgánicamente el GUM) y de la empresa Dolomitas del Norte participaron 17 espeleólogos de Valencia, Granada y Bilbao.