Tony Rominger

Fue uno de los mayores rivales que tuvo Miguel Induráin, destacó como un gran escalador y no menos buen contrarrelojista.

Dicho resultado le sirvió asimismo para concluir segundo (por detrás del para entonces vencedor Sean Kelly) en la Copa del Mundo, una competición que se había estrenado ese año y que puntuaba los resultados obtenidos por los ciclistas en las doce mejores clásicas de la temporada (los cinco monumentos inclusive).

En marzo ganó por segundo año consecutivo la Tirreno-Adriático, carrera en la que obtuvo además una victoria de etapa.

[7]​ Con el PDM de Sean Kelly y Erik Breukink como principal rival a priori,[8]​ la ronda comenzó con un atípico prólogo por equipos.

[9]​ Rominger ganó la primera etapa en línea llegando en solitario a Maiori, en una victoria que le sirvió además para colocarse al frente de la general con casi dos minutos de ventaja respecto al resto.

[10]​ En la cronoescalada del día siguiente aumentó la renta respecto a sus rivales con un segundo puesto.

[12]​ La carrera se cerró con una contrarreloj costera en San Benedetto del Tronto en la que Rominger, sin ser un especialista (fue undécimo), aumentó de hecho su renta sobre quienes le acompañarían en el podio final, culminando así con una amplia renta su segundo triunfo consecutivo en la primera carrera del calendario italiano.

Cabe destacar sus éxitos en la Vuelta al País Vasco y en el Giro de Lombardía (por segunda vez).

Rominger ganó su tercera Vuelta a España consecutiva (más seis triunfos de etapa, la Regularidad y la Montaña), y curiosamente también su tercera Vuelta al País Vasco de la misma forma.

La primera sirvió para arrebatárselo a su gran rival Miguel Induráin, superándolo en casi 800 metros.

Fue a partir del récord del inglés cuando la UCI decidió permitir sólo marcas con bicicletas convencionales, dejando la marca de Rominger relegada a la categoría de "Mejor esfuerzo humano" según la UCI.

Tony Rominger abandonó el ciclismo profesional al término de esa temporada.

Su amigo y antiguo agente Marc Biver tomó las riendas del Astana (heredero de la estructura ONCE/Liberty Seguros/Astana de Manolo Saiz) para 2007,[24]​ y aunque pese a los rumores iniciales Rominger no se incorporó como director deportivo,[25]​ su representado Klöden sí fichó por dicho equipo (en lo que el propio Rominger calificaría posteriormente como un error).

Rominger, en plena ascensión al Alto del Naranco , durante la Vuelta a España 1993 .