Se utiliza en diversas aplicaciones prácticas, como transductores ultrasónicos y resonadores piezoeléctricos.
Las cerámicas piezoeléctricas se eligen para aplicaciones por su resistencia física, su inercia química y su coste de fabricación relativamente bajo.
La cerámica PZT es la cerámica piezoeléctrica más utilizada porque tiene una sensibilidad aún mayor y una temperatura de funcionamiento más elevada que otras piezocerámicas.
[5] Otras formulaciones tienen rigideces dieléctricas medidas en el intervalo de 8-16 MV/m.
Las constantes piezoeléctricas son proporcionales a la polarización o al campo eléctrico generado por unidad de tensión mecánica, o alternativamente es la tensión mecánica producida por unidad de campo eléctrico aplicado.
En general, el titanato de circonato de plomo blando tiene una constante piezoeléctrica más alta, pero mayores pérdidas en el material debido a la fricción interna.
Se utilizan tanto películas finas (obtenidas normalmente por deposición química de vapor) como estructuras a granel.