Sus límites no se corresponden con una división administrativa, sino con una demarcación histórico-tradicional.[1][2] Se considera a Cantalapiedra como el centro neurálgico o capital del territorio.Hasta los años 50, Las Guareñas fue una comarca de pueblos medios-grandes de entre 800 y 3000 habitantes, lo cual hacía de esta una comarca rica y dinámica (ya que estuvo creciendo durante toda la primera mitad del siglo XX, y todos sus pueblos en una proporción similar).Pero desde el gran éxodo de los años 60-70, la comarca comenzó un declive demográfico del que todavía no se ha curado, ya que es constante y sin perspectivas de parar.Esto ha llevado a que ahora sus municipios se encuentren entre los 250 y los 400 habitantes, y solo la localidad de Cantalapiedra supera los mil habitantes censados.