Sus paños verticales están calados por vanos (ventanales o lucernarios), que además de iluminar y ventilar, alivian su pesadez.
Algunos campanarios dispuestos sobre el tiburio, separan solamente la parte de la flecha, iluminando el cimborrio el espacio interior.
Aunque no es un elemento exclusivo de la arquitectura religiosa, se empleó en casi toda Europa en las grandes iglesias desde la época medieval, primero en estilo románico y luego gótico.
Es entonces un elemento puramente decorativo o contiene en su interior solo unos pocos muebles y adornos en la planta baja.
Se remata con una espectacular bóveda estrellada calada, que permite el ingreso de luz cenital.