La fachada estrecha entre dos torres (un caso bastante raro en Italia), tiene tres amplios portales abocinados.
El gran rosetón se coloca en la intersección de las diagonales que cortan la fachada.
Externamente, destacan el tiburio octogonal, coronado por una alta linterna, y los arbotantes.
[2] En 1227, año en que murió el cardenal Bicchieri en Roma, se terminó la construcción de la basílica.
No se sabe qué arquitecto diseñó la basílica y coordinó las obras, a pesar de que el propio Tommaso Gallo desempeñó un papel activo como conocedor del gótico francés, aunque según Giulio Carlo Argan, el arquitecto podría ser Benedetto Antelami.
A principios del siglo XV, se construyó un nuevo campanile en una posición aislada en el lado derecho de la iglesia, en el mismo estilo que los dos campaniles de la fachada.
En 1818 se creó una comisión para la restauración del complejo que confió su construcción a Carlo Emanuele Arborio Mella; las obras finalizaron en 1840.
Mirando la iglesia desde el exterior, se puede observar cómo la nave lateral derecha es atravesada por contrafuertes desde los que se elevan los arbotantes (elementos típicos de la arquitectura gótica) que soportan el empuje de la nave central.
El ábside es de planta rectangular, como era típico en el gótico cisterciense; al observarlo desde afuera está flanqueado por las proyecciones absidales (con un perfil poligonal) de las cuatro capillas que se abren en los brazos del transepto.
Dos órdenes de logietas, con columnas y capiteles decorados con crochet, cruzan la fachada desde un campanile al otro, y delimitan inferiormente el tímpano, en cuya parte superior se dispone una elegante edicoletta.
La luneta central muestra (como la escritura de caracteres semigóticos grabada en el dintel indica puntualmente[5]) la escena del Martirio di Sant'Andrea.
En el centro se observa la figura de san Andrés crucificado en una rústica cruz (en una forma que imita la crucifixión de Jesús);[6] a la derecha Egea, procónsul de Acaya, que ordena a dos de sus secuaces la ejecución del martirio; a la izquierda está representada la virgen cristiana que dio sepultura al cuerpo del santo junto con dos fieles; en las arquivoltas, adornadas con decoraciones florales, hay un ángel que lleva el alma del santo al cielo.
En la luneta de la izquierda (restaurada en el siglo XIX) se observa la escena del Cardinale Guala Bicchieri che offre la chiesa a Sant'Andrea in trono [Cardenal Guala Bicchieri ofreciendo la iglesia a san Andrés en el trono].
Una reestructuración del claustro tuvo lugar durante el siglo XVI e implicó la cobertura de los pasillos que originalmente debían tener un techo inclinado sostenido por cerchas de madera; en esa ocasión se decidió reutilizar las columnas del antiguo claustro.
Las cuatro pechinas que marcan la conexión entre el tiburio y la estructura sustentante están adornadas con singulares columnas apoyadas sobre ménsulas con figuras que se elevan hasta alcanzar las trompas cónicas del tiburio, donde, sobre otras ménsulas de piedra, hay esculturas (de la escuela antelamiana) que representan los cuatro símbolos de los Evangelistas.
Estas ménsulas están a su vez dominadas por una curiosa decoración de frescos con abanicos y espirales.
Más allá del espacio del capocroce, en el ábside que cierra longitudinalmente la nave central, se encuentra el presbiterio y el gran coro de planta rectangular, iluminados copiosamente por un rosetón y tres grandes monoforas y decoradas con puestos de madera de principios del Cinquecento.
Sobre el sarcófago hay un nicho elegante que alberga un fresco de la escuela lombarda que representa l'abate Tommaso in cattedra;[11] figuras de Angeli musicanti rodean el anillo del nicho.
A su autor se le llama convencionalmente Maestro della Tomba di Tommaso Gallo.