There Will Be Blood

Entre estos últimos destacan sendos Premios Óscar, a Day-Lewis por actor principal y Robert Elswit en fotografía, los Oso de Plata recibidos por Anderson como director y Jonny Greenwood como compositor, el Globo de Oro a mejor actor para Day-Lewis, o el premio FIPRESCI de la crítica a mejor película del año.

Pero a medida que el petróleo les va haciendo cada vez más ricos, los conflictos van apareciendo: la corrupción, la mentira y las ingentes cantidades de petróleo pondrán en serio peligro las relaciones de Plainview con su familia, colegas y amigos.

Pasa el tiempo y Plainview es aún mucho más rico, aunque ha perdido todas sus amistades.

Durante la conversación, el padre le revela que nunca fue su hijo biológico y fue solo recogido en una de las perforaciones.

Otra visita a Plainview es de Eli, quien acude en su ayuda bajo el pretexto de saludarlo, aunque al principio dice que le va muy bien difundiendo la religión, poco a poco cede y le dice que tiene problemas económicos y ha perdido mucho en sus inversiones.

Tras un tiempo de investigación, el director renombró la adaptación a There Will Be Blood.

[12]​ Dano fue elegido por Anderson al verlo en otra cinta, el actor contó con 4 días para preparar a su personaje.

[14]​ There Will Be Blood fue filmada usando cámaras Panavision XL de 35 mm.

[32]​ En una reseña del The New York Times Manohla Dargis explicó que «la película es ante todo una obra de arte consumada, una que trasciende el contexto históricamente tenso de su realización y tiene una estética placentera».

[34]​ Richard Schickel en una reseña para la revista Time catalogó a There Will Be Blood como «una de las más originales películas estadounidenses».

Roger Ebert, por ejemplo, dijo que la película «es fácil llamarla genial, pero no está seguro de su grandeza.

Fue filmada en el mismo lugar que No Country for Old Men y tiene sus imperfecciones».

[40]​ David Denby, de la revista The New Yorker, describió la película como «la fuerza motriz del capitalismo que a la vez crea y destruye el futuro».

Paul Thomas Anderson y Daniel Day-Lewis en 2007.
El actor Paul Dano en 2008.