Para colmo, dos días después se descargó una lluvia que duró veinticuatro horas, amenazando con desbordar el río Mapocho.
Las autoridades pusieron su empeño en la reconstrucción de las ciudades, requiriéndose el adelanto del Real Situado desde Lima y se eximieron los impuestos por tres años.
Entonces la población era en su mayoría rural, radicada en las haciendas, caseríos o a orillas de los pocos caminos.
El gobernador José Antonio Manso de Velasco estimó oportuno establecer otros pueblos entre Santiago y Chillán, considerando la recuperación del país.
[4] Se generó un maremoto que afectó desde Callao (Perú) por el norte hasta Valdivia por el sur.