Un calentador de agua, en sus variantes de termotanque, calefón[1] (también calefont),[2] caldera, terma (en Ecuador, México y Perú) o boiler[3] es un dispositivo termodinámico que utiliza energía para elevar la temperatura del agua.
Entre los usos domésticos y comerciales del agua caliente están la limpieza, las duchas, para cocinar o la calefacción.
Estos calentadores son unidades muy pequeñas instaladas a poca distancia del lugar donde se requiere el agua caliente.
Son alimentados con electricidad y se activan automáticamente por flujo o manualmente con un interruptor.
Los modelos más avanzados están equipados con controles electrónicos de temperatura y caudalímetros.
De esta manera el usuario puede seleccionar la temperatura que desea en grados.
Se debe aplicar la siguiente fórmula: Será necesario un calentador de 7200 calorías/s (unos 30 kW).
Para la selección del tamaño se debe considerar la cantidad de agua caliente que se pueda requerir en determinado momento, la temperatura de entrada del agua y el espacio utilizable.
Si se selecciona un modelo económico puede pagarse ese ahorro después en la cuenta de electricidad o gas, ya que un aislamiento deficiente permite que se escape el calor del agua al ambiente, obligando al calentador a gastar más energía para volver a recuperar la temperatura.
Un sistema de caldera bien equilibrado puede proveer agua caliente para calefacción y para uso directo simultáneamente.
El agua, una vez que ha cedido su calor en el equipo o lugar donde se requería (radiadores, suelo radiante, tanque de ACS, proceso industrial) regresa nuevamente a la caldera para reiniciar el ciclo y volver a calentarse.
El calentador de agua y su instalación lo pagamos una sola vez, mientras que con el combustible lo hacemos todos los meses.
Si bien este sistema no pueda cubrir todo el requerimiento de agua caliente, es una ayuda que nos permite ahorrar energía.
Aunque probablemente en invierno, cuando más necesitemos agua caliente, haya una enorme nube sobre nuestra casa.
Que, de igual manera, aunque no cubra todas las necesidades contribuye al ahorro.
Hay dos cosas en las que debemos cuidar el aislamiento: el calentador y las tuberías de agua caliente.
El mantenimiento preventivo está asociado a descalcificadores o suavizadores de agua.
Aunque calentar agua lo vemos como un proceso normal y nada peligroso, en realidad sí lo es.
El sistema de control consiste en un termostato que apaga y enciende el calentador a determinadas temperaturas del agua.