[1] Surgió en Europa y fue desarrollado durante la Ilustración desde finales del siglo XVIII como una reacción a la intervención de los estados en materias económicas.Este pensamiento fue llamado en sus orígenes librecambismo y tuvo entre sus principales ideólogos al economista escocés Adam Smith.Su obra fue de gran importancia para el pensamiento económico moderno, pues planteaba que era necesario reducir las barreras al comercio.[2] Habitualmente se resume en la expresión francesa laissez faire (dejen hacer), que no obstante es el lema de la fisiocracia, una teoría económica precedente.Si al hombre se lo deja en libertad, no solo conseguirá su propio beneficio sino que también impulsará el bien común.Cada individuo, al buscar su provecho individual, «es conducido por una mano invisible a promover un fin que no entraba en su propósito», el bienestar general.Eran las motivaciones de la conducta humana las que garantizarían el crecimiento permanente del todavía entonces incipiente capitalismo británico.Decía: «En un sistema de laissez-faire, el aceite del interés personal mantiene funcionando milagrosamente los engranajes económicos.Según se realice desde una perspectiva marxista o liberal, el estudio del capitalismo conduce a juicios radicalmente contradictorios.