Teodoro Ochoa de Alda

Años después, viudo, al parecer con la salud delicada, se trasladó a Madrid, donde residía su hijo Félix.Aquí en 1865 publicó su último trabajo, Indicador legislativo de los deberes del notario en todos los actos de su ministerio, del que al año siguiente se realizó una segunda edición.En 1877 hizo testamento en el que constituyó una fundación para ayudar a “doncellas” de Pamplona con la que se proporcionaría cada año tres dotes por importe de 2500 reales cada una.Está institución benéfica estuvo en vigor durante casi un siglo, concretamente hasta 1970.Conviene precisar que sus colegas impresores de Pamplona no recurrían al empleo del honorífico “don” en sus trabajos.Por otra parte, cuando imprimía sus propias obras, en la portada se leía: “Imprenta del autor”.Su estilo rudimentario contrasta con la calidad de las viñetas y tipos que empleaba habitualmente.En cuanto a las portadas, emplea hasta cinco tipos de letras; son frecuentes las arquitectónicas, compuestas con pequeños tacos geométricos.Como se ha expuesto, su actividad documentada como impresor ocupa únicamente once años, desde 1842 —aunque es probable que sus primeros trabajos aparecieran en 1840— hasta 1852.Comenzó cuando tenía 39 años y concluyó cuando frisaba los 50, una edad, en principio, temprana para abandonar un negocio que marchaba sin dificultades.Los formatos son los habituales en la época: el octavo —entre 18 y 20 cm—, equivalente al actual libro de bolsillo, con trece títulos, y el cuarto —21-25 cm— con doce títulos; es significativo el dozavo —12-17 cm—, el más pequeño, con nueve títulos, entre los que predominan folletos de óperas y se encuentran publicaciones piadosas, entre las que destaca una novena a san Francisco Javier en dieciseisavo -10 cm-.En cuanto al tamaño folio -32-40 cm-, el mayor y más solemne, su presencia es irrelevante con solo dos impresiones, una promovida por la Diputación de Navarra y la otra consistente en un pliego de dos hojas editado por el mismo impresor.La Literatura —12— se concentra fundamentalmente en los libretos de óperas —8—, en los que domina Donizetti —5— seguido por Bellini —2—.Estos folletos tenían gran aceptación ya que se empleaban para preparar representaciones privadas, en casas particulares, por grupos de familiares y amigos.En 1852 y en fechas posteriores a 1859 sacó sendas emisiones por rejuveneciemiento de la portada; es decir, aprovechando los pliegos de la primera edición aparentó dos nuevas ediciones cambiando la portada y la fecha.En el primero de ellos se encuentran cuatro títulos: el Diccionario geográfico histórico de Navarra (1842), que en su momento constituyó una novedad y tuvo la aceptación del público; uno sobre derecho fiscal del reino de Navarra, La hora de los curiales, un folleto con el que había iniciado su trayectoria como autor (1838); y dos trabajos relacionados con su actividad notarial (1859 y 1865).En ocasiones figura como impresor su hijo Félix, al que cabe atribuir la estrategia comercial.Tenía las oficinas y la imprenta en la calle Mayor 104, mientras que las suscripciones se efectuaban en la librería de Picatoste en Pamplona.
Viñeta en la portada del libreto de la ópera Belisario " (1844) [ b ]
Ornamentación con tacos de trazo caligráfico (1848)
Crónica de los reyes de Navarra . "Imprenta de D. Teodoro Ochoa" (1843)
Cartel taurino de 1848. "Imprenta de D. Teodoro de Ochoa"
Primera edición del Diccionario geográfico histórico de Navarra (1842)
"Don Luisito", comedia editada en Madrid en 1856