Se aplica en la física, en la sociología para definir la influencia hacia un algo, en la economía, entre otros.
Estos toques tienen el aspecto de olas sucesivas con sus respectivas crestas y valles.
La dirección de estas crestas y valles es lo que constituye la tendencia del mercado, ya sea que estos picos y valles vayan al alza, a la baja o tengan un movimiento lateral.
Actualmente el concepto también es aplicado en el mercadeo digital haciendo referencia a lo más visto en la redes sociales de algún evento o cualquier hecho noticioso visitado con mucha frecuencia en un lapso corto de tiempo.
Hay una razón importante por la cual se considera que existen tres tendencias en el mercado.
Por lo tanto, y en un cálculo conservador, cuando menos una tercera parte del tiempo los precios no suben ni bajan significativamente, sino que se mantienen acotados entre un mínimo y un máximo formando lo que se llama un rango de operación.
La mayoría de las herramientas técnicas actúan como seguidores de tendencia, por lo que requieren que exista una tendencia vigente, ya sea alcista o bajista, para generar señales confiables.
En estas condiciones, la mejor posición que puede adoptar un analista técnico es permanecer fuera del mercado hasta que se detecte una tendencia alcista o bajista suficientemente confiable para establecer nuevas posiciones.
En realidad, existe un sinfín de tendencias, desde las de muy corto plazo, que son vigentes por minutos u horas, hasta las tendencias que se desarrollan durante cincuenta años o más.
El analista técnico siempre comienza su estudio por la tendencia principal, posteriormente la intermedia y termina con la de corto plazo.
La tendencia principal nos permite establecer la dirección general del precio, aunque frecuentemente sus parámetros son excesivamente amplios para poder operar sobre ellos.
Una línea de tendencia al alza es una línea recta que une los mínimos sucesivos de una tendencia alcista, y por lo tanto aumenta su valor conforme se extiende a la derecha.
Como es sabido, dos puntos cualesquiera definen una línea recta, por lo que estos dos primeros mínimos permiten proponer una línea de tendencia, que se debe prolongar a la derecha indefinidamente.
A partir de ese momento, se puede considerar que la línea es una línea de tendencia válida, y se convierte en una herramienta muy útil para el analista técnico.
Además, una vez que una tendencia adquiere un cierto ángulo o aceleración, tenderá a mantener este comportamiento.
Mientras que la línea no sea rota, se debe asumir que la tendencia sigue vigente y por lo tanto cualquier acercamiento a esta línea se debe interpretar como una señal de compra.