Un retroceso representa, en términos simples, un movimiento en dirección contraria a la tendencia previa.
Ante la confirmación de un retroceso en la cotización, se buscará calcular la probable magnitud del movimiento.
Los porcentajes utilizados son los siguientes: Para calcular la magnitud del retroceso, se toman los siguientes niveles de la tendencia previa al retroceso, correspondientes a los extremos del movimiento: Posteriormente, se obtiene el valor numérico de la diferencia (B) – (A).
El cálculo es equivalente al anterior, teniendo en cuenta que en este caso la tendencia previa es bajista, y por lo tanto el retroceso es un movimiento alcista en el precio.
Para calcular la magnitud del retroceso, se toman los siguientes niveles de la tendencia previa al retroceso, correspondientes a los extremos del movimiento: Posteriormente, se obtiene el valor numérico de la diferencia (A) – (B), que representa la magnitud de la variación en precio durante la tendencia original.