El templo del Amor (en francés: Temple de l'Amour) es un capricho arquitectónico, un templete monóptero obra de Richard Mique.
Símbolo de las fiestas cortesanas del siglo XVIII, este se fue deteriorando y cubriendo de vegetación con el paso del tiempo, hasta ser restaurado en 2005.
Cuando María Antonieta tomó posesión del Pequeño Trianón, en junio de 1774, se entusiasmó con la belleza y elegancia del paisaje, fue por ello que decidió remodelarlo, incluyendo el jardín botánico de Luis XV, que según ella lo estropeaba.
[5] Este hecho, que se afirmó, no sin exagerar, que había arrasado con un bosque entero, se repitió una año después con motivo de la llegada del «conde del Norte», el futuro Pablo I de Rusia, y fue uno de los preludios de las acusaciones de frivolidad que doce años después causarían la caída de la reina.
Consta ,además, de 12 columnas corintias esculpidas en alabastro que sostiene una cúpula decorada con casetones hechos con piedras provenientes de Conflans.