Basílica de Santa Lucía del Trampal

Se trata de un templo singular con características arquitectónicas visigodas y posible influencia posterior mozárabe,[3]​ que ordena su cabecera con tres capillas rectangulares abiertas a un transepto.A finales de la Edad Media se rehízo la iglesia y se le añadieron elementos a la construcción original, como nuevos pilares en los arcos del crucero y los arcos diafragma apuntados sobre el aula o nave original, que para entonces habría perdido sus soportes primigenios, que sostendrían una estructura de madera.[6]​ La planta se organiza en torno al aula, de triple nave separada por dos arquerías longitudinales sobre cinco pilares de granito, el pequeño coro, un amplio crucero transversal y tres capillas en la cabecera, no adosadas sino completamente separadas mediante muros.[6]​ La distribución interior tiene relación directa con la liturgia, que señalaba distintos lugares para los asistentes a los cultos.Así, su morfología estructural, su paralelismo con el ejemplo bien datado de Baños de Cerrato y la organización espacial coincidiendo con las necesidades litúrgicas del siglo VII, llevan a datar esta basílica hacia el segundo tercio del siglo VII, aunque su cronología está todavía siendo investigada por los especialistas.
Nave central.
Transepto de la basílica