Teatro en Costa Rica

Tras la independencia en 1821, empezaron a arribar al país algunas compañías teatrales, provenientes de España, Italia y Francia.En 1850, con el ascenso del presidente Juan Rafael Mora Porras, San José fue sometido a un proceso de modernización y reorganización que incluyó, entre otros cambios, la construcción del primer teatro propiamente dicho.Con el inicio de la Campaña Nacional de 1856-1857, se suspendieron las presentaciones hasta 1858, cuando se presentó una obra basada en la guerra (Los yankees en Centroamérica o Walker en Masaya), dirigida por el español Mariano Luque.Surgieron tres importantes dramaturgos en la segunda mitad del siglo XX: Alberto Cañas, Daniel Gallegos[3]​ y Samuel Rovinski.En la capital existen tres grandes teatros que destacan por su valor histórico, arquitectónico y cultural: Otro teatro importante es el Auditorio Nacional (526 butacas), que se encuentra ubicado dentro del Centro Costarricense de la Ciencia y la Cultura (antigua Penitenciaría Central), que además alberga la Galería Nacional y el Museo de los Niños.Los primeros modelos de representación dramática del lenguaje y la vida costarricenses aparecen con los escritores Ricardo Fernández Guardia y Carlos Gagini, a inicios del siglo XX, con las obras Magdalena (1902), de Fernández Guardia, y Don Concepción: juguete cómico en un acto (1902), de Gagini.Carlos Gagini también escribió varias zarzuelas: Los pretendientes (1890) y El Marqués de Talamanca (1900).En la segunda década del siglo XX, las obras comenzaron a ser marcadas por el esteticismo, como forma de protesta social.Esto produce que los grupos teatrales formen elencos con menos actores, además de que los productores buscan repertorios más orientados hacia el teatro comercial como una manera de recuperar más rápidamente su inversión.Los teatros estatales continúan proponiendo temáticas sociales, históricas y de mayor rigor artístico.Estas circunstancias han generado un público costarricense con un gusto de teatro variado.
El Teatro Variedades , el más antiguo de Costa Rica (1891).
Teatro Popular Melico Salazar.
Teatro Municipal de Alajuela.
Obra de teatro "El testamento del perro" , de Mauricio Astorga , en el Teatro Lucho Barahona, San José . El campesino, como personaje cómico, astuto e ingenuo, es recurrente en muchas obras del teatro costarricense.
Obra de teatro "Crimen, champú y tijeras" , de Paul Pörtner , en el Teatro El Triciclo, Escazú .