[4] El término y el nombre actual del cantón, «Escazú», hace referencia a la palabra indígena huetar «Itzkatzu», que significa "sesteo" o "piedra de descanso", es decir, un lugar de descanso.
Por otra parte, según el monseñor Bernardo Augusto Thiel Hoffman, el nombre del cantón proviene de los vocablos indígenas «Isca» y «Hu», que significan "aquí" y "palenque" respectivamente, por lo que se interpreta que Escazú significa "aquí hay un palenque", más otra versión del historiador alemán Walter Lehmann, menciona que estos dos vocablos hacen referencia a la palabra hormiguero, donde Isca significa hormiga y Hu es igual a casa.
El monseñor Thiel también menciona que, para 1723, a la localidad se le conocía como «Iscasú», «Yacasú» y «Escasú».
En este caso, ese elemento de juicio responde a las circunstancias, pues ya se ha visto que el nombre de Escazú aparentemente no aparece sino hasta a principios del siglo XVIII.
Visto desde una perspectiva más amplia el trayecto citado era solo un tramo de la ruta que comunicaba a Cartago con la costa del Pacífico.
En su tenaz lucha por la variante en la forma de escribir el nombre de Escasú, por el de Escazú, el padre Antonio Forn Casamitjana sostenía como tesis principal para lograr su objetivo que no existía razón alguna para que Escasú se escribiera son S y no con Z, daba como ejemplo los siguientes vocablos indígenas terminados en "zu": Irazú, Tarrazú, Iguatzú, etc.
Durante la Conquista, el territorio que cubre esta región, se conocía como los Valles de Barba.
[6][7] El primer español que atravesó la localidad fue Juan de Cavallón y Arboleda, en 1561.
Durante el siglo XVII, unas cuantas personas y familias comienzan a poblar el actual territorio del cantón de Escazú, entre ellas las familias de los conquistadores, así como ganaderos y agricultores, principalmente.
Mediante ella, Aserrí se constituyó como un distrito, parte del departamento Oriental.
Conforme al Régimen municipal de Costa Rica, la alcaldía y las vicealcaldías del cantón son electas popularmente mediante sufragio universal cada cuatro años.
Los vicealcaldes son Karol Tatiana Matamoros Corrales y Jorge Andrés Rojas Zúñiga.
[14] Al igual que la elección de la alcaldía y vicealcaldías, los integrantes del Concejo Municipal son electos popularmente cada 4 años.
El cantón es predominantemente urbano, especialmente en los distritos de Escazú y San Rafael.
[17] Un 35% del área, en el norte y noreste, es apta para cualquier uso con métodos sencillos de manejo.
El 38% restante, debe de ser destinado a la protección, ya que son terrenos con pendientes demasiado fuertes.
Está compuesta por rocas volcánicas, como lavas, tobas e ignimbritas, cubiertas por ceniza en un espesor variable.
Está compuesta por rocas ígneas intrusivas y volcánicas con escamas o intercalaciones de sedimentos.
Está compuesta por ignimbritas como areniscas tobáceas muy meteorizadas y algo afectadas por la acción hidrotermal.
La economía del cantón de Escazú es diversificada, siendo la más importante la que respecta al comercio, los servicios, restaurantes, hoteles, el sector inmobiliario y financiero.
Presenta un alto desarrollo comercial y de servicios (el mayor del cantón), con excelente infraestructura.
Corresponde este territorio a lugares como Quesada, Betina, La Primavera, Ayala, Maynard, la zona del Country Club, Carazo, Los Laureles Sur y la calle frente a la Embajada de los Estados Unidos de América.
La distribución habitacional es medianamente dispersa como producto del tamaño de los lotes, los cuales son en gran parte mayores a los 1500 m².
En todos estos lugares, la población que habita generalmente pertenece a una clase media y alta.
La Iglesia de San Rafael posee pues, un estilo neobarroco, con una planta eclesial típica, con una sola nave y presbiterio, más un atrio angosto que le da acceso.
Casi siempre eran hechas por el mismo propietario, con la ayuda de familiares y vecinos.
Ambas actividades consistían en conciertos musicales con la banda de Escazú que alegraban el ambiente con sus notas.
Ya que en esos ritos la mayoría de las invocaciones a Dios y ruegos se dan en idioma hebreo, y como los rabinos vestían de negro, la gente comenzó a creer que eran brujas, realizando hechizos o aquelarres.
Las carretas normalmente son pintadas por los mismos boyeros y es costumbre que niños vestidos con trajes campesinos tradicionales viajen sobre ellas.
Aunque esta tradición es común en todo el país, los talleres más destacados se ubican en cantones como Oreamuno, Escazú, Desamparados, Nicoya, Guatuso, Barva y Aserrí.