A la bolsa se atribuye el lograr un té más suave, que desarrolla gradualmente un intenso color marrón como resultado la prolongada maceración.
Existe debate sobre la forma auténtica de hacer el té con leche, es decir, el orden en el que se añade cada ingrediente.
Alguna gente argumenta que la leche debe ponerse antes de verter el té, mientras otros dicen lo contrario.
Aunque no se ofrece en los restaurantes cantoneses más tradicionales ni en los salones de té dim sum, es una bebida estándar en los restaurantes de estilo occidental hongkonés y los cha chaan tengs, así como en los históricos dai pai dongs.
En cambio, algunos residentes y turistas occidentales no tienen al té con leche en gran estima.
La edición de 2006 de la Rough Guide to Hong Kong and Macau[1] compara desfavorablemente el té con leche local con el «correcto» té inglés servidos en hoteles y cafeterías occidentales más formales como The Peninsula, aludiendo a diferentes preferencias culturales.
En la guía Lonely Planet World Food Hong Kong[2] se recomiendan y el high tea en hoteles, sin mencionarse el té con leche.
Otra forma es poner la taza o botella en un baño de agua fría (冰鎮奶茶).