Spesse volte
Ante la supresión injustificada de un número considerable de instituciones católicas el papa considera necesario volver a manifestar su dolor, considera oportuno recordar el origen, la necesidad de esas instituciones y sus valores religiosos y morales, así como la finalidad benéfica a la que se dirigen.Ciertamente desde que el poder de los papas fue derrotado, el nuevo poder civil ha ido quitando gradualmente a la Iglesia sus medios de acción: se cerraron conventos y monasterios, se confiscaron bienes eclesiásticos, se impuso el servicio militar a los clérigos, y el ministerio eclesiástico fue dificultades con disposiciones arbitrarias e injustas.Con las medidas adoptadas se ofende también al mismo papa que ha aprobado y bendecido esas instituciones.Esta actitud no permite considera a los católicos enemigos del país.Ante esta actuación de las autoridades civiles, la encíclica alienta a los católicos a vivir fielmente la unidad con el papa, recordándoles, con San Ambrosio, que Ubi Petrus, ibi Ecclesia[8] (donde está Pedro está la Iglesia); así pide a los Obispos que continúen avivando la piedad de los fieles y preservándoles de los errores y seducciones que le rodean; y a los fieles, les recuerda cómo en siglos pasados, ante situaciones especialmente difíciles, el papado fue salvaguarda del pueblo católico; por esto les pide que se mantengan con valentía dentro de los límites de la ley, y obedientes a sus pastores.