El grupo dirigente estaba formado por un Comité general permanente, cuya actividad se organizó en el 1887 (congreso de Lucca) en cinco secciones: Otras conocidas personalidades trabajaron también en la dirección de la Opera, así: el periodista Giuseppe Sacchetti (1845-1906), el conde abogado Alberto de Mojana (1835-1909), los sacerdotes y hermanos Scotton, Jacopo (1834-1909), Andrea (1838-1915) y Gottardo (1845-1916).
[1] En los siguientes años la acción propagandística efectuada por las asociaciones católicas adheridas a la Opera obtuvo resultados significativos.
[7] Sobre la onda del éxito de este congreso nacieron dos nuevas revistas católicas: en octubre, Giovanni Battista Valente fundó en Génova «El Popolo italiano», y en el enero del 1898 salió a en Roma «Cultura sociale» de don Romolo Murri.
Los tiempos estaban cambiando rápidamente y la consolidación de los movimientos cristiano-demócratas, favorables al alivio del non expedit, si no a su suspensión, desencadenó una crisis interior.
Los demócratas cristianos conducidos por don Romolo Murri declararon preferir un acuerdo táctico con los socialistas antes que el apoyo de los liberales.
[12] En junio de 1905 el pontífice promulgó la encíclica Il fermo proposito, que impartía nuevas directrices para la labor del laicado italiano.