Por ello se entusiasmó con Polonia e Irlanda, naciones que luchaban por su independencia.
El joven Giusseppe estudió derecho y se especializó en sociología económica, fue profesor en Padua, Módena y desde 1879, en la Universidad Pública de Pisa.
Toniolo pensó que su catolicismo le llevaría a ser sacerdote, no obstante, se casaría y tendría siete hijos, a los cuales les explicaba la grandeza de Dios con ejemplos de la naturaleza.
Además, se identificó con la tradición italiana que identificaba la ética con la economía y que miraba y consideraba la vida económica como un aspecto de la civilización, tradición que tenía su raíz en el temple equilibrado del genio italiano.
Se convirtió en la cabeza de la Acción Católica en Italia, fundó la Revista Internacional de Ciencias Sociales, la Asociación de Mujeres Católicas y las Semanas Sociales para los trabajadores, a los cuales les dijo que se uniesen en Cristo.