Fue un protagonista clave del entramado entre ciencia y religión que originó el movimiento eugenésico latino.
Su brillante inteligencia y su sensibilidad por los problemas humanos le convirtieron pronto en joven promesa del Partido Socialista, pero su sonora conversión a la Fe y el ingreso en la Orden franciscana señalaron el comienzo de una fecunda existencia como intelectual católico que culmina en la Pontificia Academia de las Ciencias, de la que fue primer presidente, y en la fundación y rectoría desde 1921 hasta su muerte de la Universidad Católica del Sagrado Corazón en Milán.
[3]Tiempo después, las tres ramas fueron erigidas en un instituto secular de derecho diocesano: la femenina (1951), los varones (1954) y los sacerdotes (1971).
[5] Antes de su profesión religiosa, como médico, colabora con Golgi en sus trabajos sobre histología del sistema nervioso.
Actualmente, en su honor, el Hospital en Roma donde el papa Juan Pablo II estuvo internado, lleva su nombre (Ospedale Gemelli).
Gemelli, tras investigar los estigmas del Padre Pío aunque sin haberlos visto, negó que tuviesen un fundamento divino y lo calificó como "psicópata autolesivo y estafador".