Sofía Gandarias

En 1978 pinta Kokoscha-Alma-Mahler, tres figuras muy relacionadas entre sí, cuyos destinos son sumamente representativos del espíritu de la época.

Fue el comienzo de una intensa actividad profesional: su pintura, trazada desde el conocimiento y el compromiso en series como La protesta del silencio en 1980, o Presencias, en 1986, fueron bien acogidas tanto por la crítica como por el coleccionismo.

Retrata al maestro violinista Yehudi Menuhin en 1993, y empieza a colaborar con su Fundación; “Es el hombre más sabio que he conocido”, dijo Gandarias.

No importa que sean retratos o naturalezas muertas: estas pinturas son siempre lugares de memoria”.

También está presente en colecciones privadas en París, Venecia, Bruselas, Amberes, Lisboa, Londres, Copenhague, Estrasburgo, Milán, Los Ángeles, Boston, Quito, La Paz, Madrid, Barcelona, Santander, Mallorca, México, Nueva York, Tokio, Copenhague, San José de Costa Rica.