Los Tlacuilos eran los miembros de las naciones mesoamericanas que realizaban estas mediciones y las registraban en códices.
Este sistema de medición era utilizado al menos en el territorio del Imperio Azteca.
Popularmente se cree que los mesoamericanos no tenían un sistema métrico y que solamente se comerciaba por medio del intercambio de productos (trueque), sin embargo se tenía un sistema muy avanzado e incluso más preciso que los sistemas de medidas europeos del siglo XVI.
[17] La medición de terrenos se mantuvo muy imprecisa en Occidente hasta el final del siglo XIX.
[18] En 1536 este desorden fue denunciado por el primer virrey de Nueva España, argumentando que no existía en Tenochtitlan un sistema para medir la tierra.
Se utilizaban varias unidades, sin embargo la más común para el registro y cálculo de áreas agrícolas era el Tlalcuahuitl cuadrado[23] Términos aproximados los define Alonso de Molina al hacer traducciones aproximadas: tlaoctacatiloni peso o balanza, o el posible hibridismo español de pexohuía (henchir o rebosar).
Sin embargo dichos términos se creen adecuados a la realidad colonial y por lo tanto no representan significados claros prehispánicos.
En los códices se detectaron cinco algoritmos recurrentes que reproducían exactamente el área en el 78% de los terrenos registrados.
Estos resultados indican que las áreas fueron calculadas y no medidas físicamente.
Se sospecha que métodos más precisos eran usados para las obras de ingeniería mexicas, como los diques, acueductos, templos, etc.
De acuerdo a los estudios que usaron esta regla del topógrafo, la gran cantidad de cuadriláteros con Ac (Área registrada en los códices) y Am (Área calculada) similares indica que los tlacuilos escogieron algoritmos para aproximar el área más grande posible en los límites de un terreno dado.
Esta característica indica que para reducir los la carga impositiva los Tlacuilos pudieron intencionalmente producir mediciones imprecisas al sistemáticamente registrar valores menores en sus medidas lineales y áreas.
[41] Solamente una descripción básica del palacio se encuentra en el mapa o Códice Quinatzin.
Esta técnica se realiza para contestar preguntas con solo sí o no por respuesta.
Se repite rápidamente la operación varias veces para obtener la respuesta a diferentes preguntas.
[43] La operación tiene orígenes míticos, pues el antebrazo simboliza al árbol cósmico el cual permitía el desplazamiento entre los pisos verticales del cielo, la tierra y el inframundo.
[43] Esta práctica adivinatoria, llamada la "medición del hueso" sigue de uso común entre los tlapanecos.