Simposios Iberolatinoamericanos de Terminología

Para superar estas imprecisiones resulta necesaria la terminología morfológica internacional.Posteriormente, fue corregida y aumentada en el VI Congreso Internacional de Anatomistas, en París en 1955; y adoptó una nueva denominación, Nomina Anatómica de París (PNA).La terminología anatómica nació hace 114 años en Basilea y su última actualización se publicó en 1998.Por otra parte, la terminología histológica, más reciente, tuvo su actualización en el año 2008.[1]​ Este comité intenta que el término impuesto sea lo más preciso posible, con el objeto de otorgar el sentido y el significado de la palabra elegida para identificar una estructura.El término elegido debe relacionar las características morfológicas con la función, aportando una sólida base para la comprensión de dicha estructura.[2]​ La iniciativa fue del Dr.Rolando Cruz Gutiérrez (Costa Rica), apoyada por los Presidentes Honorarios de dicha asociación e impulsada por el Dr. Ricardo J. Losardo (Argentina).En ellos, profesores de todos los países asistentes: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, EE.Este Simposio se realizó en forma conjunta con el XVII Congreso Panamericano de Anatomía.Para FICAT la terminología debe adaptarse al idioma vernáculo y su denominación debe concentrar la información y el papel descriptivo de la estructura en cuestión.Cualquier modificación en la terminología debe seguir los principios que le dieron origen en Basilea, Suiza, en 1895: a) la universalidad; b) respetar en lo posible el vocablo en latín y su traducción al idioma español; c) describir el elemento de la forma más fiel a los principios de la geometría y la forma; y d) que el término sea congruente, o sea si se acepta sus derivados se debe aceptar la palabra primitiva que dio origen a aquellos derivados.En estos Simposios Ibero-latinoamericanos se realizan propuestas que pretenden brindar una información más exacta de algunas estructuras y lograr una denominación única, ya que en algunos términos se advierte una falta de precisión en su identidad.Se advirtió que en algunas universidades latino-americanas se incluyen términos anatómicos, histológicos y embriológicos, con sus sinónimos y epónimos con el fin de facilitar el acceso al vocabulario específico de esta temática, pero privilegiando aquellas que tienen mayor consenso internacional.Se señaló que existen problemas con algunos términos anatómicos usados frecuentemente en la práctica quirúrgica profesional, por la gran cantidad de denominaciones e interpretaciones que se le atribuyen en publicaciones médicas actuales.Todos ellos podrían acuñarse en otras publicaciones con interés histórico, no propiamente terminológico; y que constituyen la historia y el folclore médico de cada país o región.Se sugirió comparar las listas históricas de la terminología anatómica actual con las nomenclaturas traducidas al español por eximios anatomistas de América, como es el caso del Prof.Conseguir un consenso mundial está representando un gran esfuerzo pero se debe seguir trabajando para llegar a una denominación óptima de cada estructura anatómica, histológica y embriológica.Así como vincular las listas latinas e inglesas con los idiomas español y portugués.Estos singulares encuentros ibero-latinoamericanos han logrado una convocatoria sin precedente, con la participación de destacados expertos universitarios panamericanos.