El almirante brasileño consideraba la operación en extremo arriesgada por temor a las baterías paraguayas e innecesaria por juzgar que el flanqueo y cerco terrestre serían suficientes.
Mitre impuso finalmente su posición dejando al arbitrio del almirante la organización y ejecución de la operación.
Inácio designó para forzar el pasaje a los encorazados Brasil (buque insignia), Tamandaré, Colombo, Mariz e Barros, Cabral, Barroso, Herval, Silvado y Lima Barros, llevando a remolque las chatas acorazadas Cuevas, Lindóia y Riachuelo.
El más afectado fue el Tamandaré cuando una bala perforó el condensador de su máquina dejándolo inerte frente a las baterías paraguayas.
El Silvado lo tomó a remolque, operación que se efectuó bajo el fuego concentrado enemigo.
Como preparación al pasaje, el encorazado Silvado, al mando del capitán de fragata José da Costa Azevedo, recibió órdenes de destruir las chatas que sostenían las cadenas que obstruían el canal del río.
A mediados de mayo apoyó las operaciones de las tropas al mando del brigadier general José Antônio Corrêa da Câmara en Villa del Rosario.