Producida la invasión brasileña al Uruguay de 1864, en división con las corbetas Belmonte y Recife y las cañoneras Araguary e Ivahy, el 4 de diciembre participó del primer ataque contra Paysandú.
La escuadra imperial subió el río Paraná a fin de bloquear a la escuadrilla paraguaya en "Tres Bocas", la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná.
Mesa desechó el abordaje y abrió fuego, que fue respondido por la escuadra imperial.
El Jejuí recibió graves daños al igual que las chatas, por lo que los paraguayos se refugiaron en el Riachuelo protegidos por las baterías de tierra y la fusilería de la infantería.
El almirante Barroso hizo transmitir por señales a sus buques tres frases que serían célebres en la historia naval brasilera: "Brasil espera que cada hombre cumpla con su deber", "Atacar y destruir al enemigo tan cerca como sea posible" y "Mantener el fuego que la victoria es nuestra".
Según el capitán italiano Antonio Valentino, práctico del Parnahiba la resistencia estuvo fundamentalmente a cargo de los marineros y la tropa que "peleaban solos, pues al retirarse el comandante a la sala de armas le siguieron todos los oficiales."
Pese a los daños recibidos, se sumó al Amazonas en la persecución de los buques enemigos, participando del asalto sobre el Salto que culminaría con su hundimiento al ser espoloneado por el Amazonas.