Cíbola

La leyenda medieval de las Siete Ciudades se origina con la invasión musulmana de la península ibérica, donde según el relato siete obispos partieron desde allí para luego establecerse en una tierra ubicada al oeste, cruzando el mar, donde cada uno habría fundado su propia ciudad.

La terminología tiene su origen en la palabra Cíbola, que procede de cíbolo, nombre español hoy desusado que se daba al bisonte, ya que el territorio del legendario reino en donde se suponía la existencia de las siete ciudades se extendía hasta las praderas en donde (hasta mediados del siglo XIX) existían millones de estos animales.

En la versión original del relato, los obispos eran portugueses que habían salido desde la ciudad de Oporto y se habían establecido en una isla o tierra ubicada al oeste, cruzando el mar, donde cada uno habría fundado su propia ciudad.

Estebanico formaría parte de dicho contingente sirviendo como guía y en varias ocasiones solía adelantarse a los expedicionarios para informar al fraile sobre todo lo que había más adelante, confirmándole en una de estas avanzadas que había vuelto a escuchar rumores sobre aquellas grandes y poderosas ciudades en un lugar llamado Vacapa (probablemente en alguna parte del estado de Sonora).

Estebanico finalmente murió asesinado por los indios en Hawikuh, Nuevo México, provocando el repentino fin de la expedición.

Coronado atravesó los actuales estados de Sonora y Arizona hasta entrar en Nuevo México.

En la actualidad, las viejas ruinas de un antiguo asentamiento indígena en Nuevo México se conocen como La Gran Quivira.

García López de Cárdenas no pudo encontrar una senda o atajo para bajar desde lo alto del Gran Cañón hasta el río Colorado.

Vista del desierto de Sonora , ubicado al noroeste de México .
La expedición de Coronado , 1540–1542.