[8] Tomando guiños y pautas del teatro de variedades, el sainete, el 'género chico', en general,[9] y la revista musical española, en particular, la moda sicalíptica que había nacido en el Teatro Eslava inundó los escenarios más populares de Madrid.
[10] La "ola verde",[2] castiza, espontánea y vulgar como un cuarto de siglo antes habían sido los «bufos madrileños».
[15] Ya en el siglo xxi podría destacarse el estudio dedicado al tema por el periodista António Gómez: Las picardías de nuestros abuelos.
Poco después, los críticos teatrales recogieron el esdrújulo hallazgo para aplicarlo a la "ola verde" que anegaba las tablas del teatro nacional.
[2] La versión de Olmedilla parece coincidir con la del erudito Corominas que la consideraba «una "creación comercial arbitraria", en cuya invención han podido contribuir otras palabras como sibarítico, apocalíptico, etc.».