El concepto de shūshin koyō fue descrito por primera vez por el economista estadounidense James Abegglen en su libro The Japanese factory: Aspects of its social organization (1958), y desde entonces se ha considerado uno de los tres principios básicos en los que se basa el sistema laboral en Japón, junto con el nenkō joretsu (年功序列, 'nenkō joretsu'?
A causa de la larga recesión y la crisis financiera de 2007-2010, muchas empresas han abandonado la práctica del shūshin koyō y han empezado a aplicar despidos colectivos.
[9] Sin embargo, los despidos a gran escala siguen estando limitados por la legislación y constituyen una especie de tabú en Japón.
Muchas grandes empresas, como Sony, Panasonic, NEC y Toshiba, afrontan esta situación implementando programas de jubilación voluntaria y ofreciendo a los empleados superfluos tareas especiales con mínimas responsabilidades laborales hasta que decidan renunciar.
En 2013, el gobierno japonés, encabezado por el primer ministro Shinzō Abe, comenzó a estudiar la posibilidad de relajar las restricciones al despido.